Se trata de una casa para un artista plástico y su familia, asentada en un terreno rectangular de mil metros cuadrados abundantemente arbolado, por el que fluyen tres pequeños canales de riego –apantles los llaman en el sitio-. El programa de casa estudio respeta las preexistencias, de enorme valor ambiental y condiciona la separación en tres bloques de actividades. El cuerpo principal es una caja de acero con una plataforma de madera sobre una estructura palafítica y corresponde a los espacios comunes de la casa (estancia, comedor, cocina), con la recámara principal en el nivel superior. Un cuerpo anexo se conecta por un pasillo cubierto y alberga dos habitaciones para huéspedes con un baño. Un tercer cuerpo, con un estudio a doble altura, funciona como remate del recorrido peatonal. El objetivo central del proyecto fue respetar todos los árboles y los canales de agua que cruzaban en el terreno, a ello responde la fragmentación de la construcción en tres volúmenes y la necesidad de articularlos por ese  eje estructurador.